Después de haberla quemado cuenta la gente que el espíritu siguió comiéndose la gente y que miraban el espíritu moliendo los huesos con la piedra guagua y chupándoselos mucho tiempo después un sacerdote de Chiles bajo a celebrar una eucaristía en aquella piedra para que desapareciera y dejara de desaparecer y comerse a la gente y mandaron a votar la piedra guagua chiquita al
